Los resultados de la elecciones en Andalucía abren una crisis en la política española

Los resultados de las elecciones en la región autónoma más poblada y extensa del Estado Español, Andalucía, han abierto una crisis en la política española.

 

Contra todo pronóstico y lo que anunciaban las encuestas la suma de diputados de los dos partidos de la derecha conservadora y la irrupción de la extrema derecha franquista ha conseguido tocar la línea de flotación del Gobierno de Madrid, dirigido por el socialista Pedro Sánchez.

 

El Gobierno central se encuentra claramente en minoría parlamentaria y requiere de un constante y complicado ejercicio de negociación a varias bandas, tanto con los nacionalistas catalanes y vascos como con la bancada de Izquierda Unida-Podemos.

 

A partir de la toma de posesión del nuevo Ejecutivo, a fines de este verano, las encuestas mostraban una clara subida en la intención de voto a favor del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), los resultados electorales en Andalucía han arrojado el peor record históricos de esta formación en la región desde 1979.

 

El PSOE andaluz está encabezado por Susana Diáz, dirigente del ala derecha de su partido siempre crítica con el Secretario General y actual Presidente de Gobierno, que la derrotó en las primarias internas.

 

En lo que se refiere a los resultados concretos el PSOE perdía diez diputados, para quedarse con 33 representantes, Adelante Andalucía (confluencia de Izquierda Unida y Podemos) perdía 3 diputados para quedarse en 17.

 

Por la derecha conservadora el Partido Popular (PP) obtenía 26 representantes, perdiendo 6 diputados pero colocándose de nuevo en la segunda posición, mientras que el derechista Ciudadanos crecía en más de un 100% en votos y pasaba de 9 diputados a 17.

 

La sorpresa de la jornada electoral era la irrupción en el escenario político-electoral de la extrema derecha franquista que mediante Vox ganaba en su primera presentación pública 12 diputados.

 

La matemática electoral dejaba finalmente a la suma PSOE e IU-Podemos con 50 electos frente a los 59 la derecha y extrema derecha (PP, Ciudadanos y Vox), abriendo  la puerta a un Gobierno autonómico dirigido una derecha cada vez más radical y sin complejos.

 

Los resultados electorales en Andalucía más allá de marcar un cambio del Gobierno regional y colocar en alerta roja al Ejecutivo central actual, contiene potencialmente consecuencias mucho más estratégicas para España. El avance de una derecha cada vez más extremista y re-centralizadora en la regiones del Sur y Centro, acompañada por imaginarios imperiales, dictatoriales y uniformadores chocan directamente con las crecientes reclamaciones e soberanía de la nacionalidades históricas del Norte (Cataluña, País Vasco y su hermana provincia de Navarra).

 

La sociología político-electoral del Sur advierten al Norte que las posibilidades de diálogo y concertación con el poder central y esa España profunda y reaccionaria es cada día más difícil e improbable. 

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