No es la primera vez que la actual administración norteamericana ignora algunas de las reglas fundamentales del ordenamiento jurídico internacional, causando estupor e indignación en diversas latitudes ante una acción cuyas consecuencias son impredecibles.
En primer lugar, las autoridades de Iraq no fueron consultadas por parte de Estados Unidos, desconociendo así Estados Unidos la soberanía territorial de Iraq y la obligación, que tiene todo Estado, de consultar las autoridades de otro Estado y contar con su consentimiento previo a cualquier acción en su territorio. En segundo lugar, el intentar justificar esta acción aduciendo que Estados Unidos ejerció su “legítima defensa” contradice la letra del mismo Artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas suscrita en 1945: la idea de ejercer la legítima defensa de manera “preventiva” constituye una peligrosa deriva interpretativa, que Estados Unidos usó de forma groseramente falaz al agredir a Iraq en abril del 2003.
Con relación a la práctica reciente de la eliminación física desde un dron por parte de un Estado (una técnica moderna militar a la cual recurren Estados como Arabia Saudita, Estados Unidos, Francia, Israel, Reino Unido, Rusia y Turquía en particular en Medio Oriente, pero tambien en el desierto del Sahel- caso de Francia), esta se había concentrado en eliminar a personas sospechosas de pertenecer a grupos armados considerados como terroristas. No obstante, y salvo error de nuestra parte, nunca un dron militar de combate usado por un Estado había eliminado físicamente a un alto funcionario perteneciente al aparato militar de otro Estado.
De alguna manera, Estados Unidos ha optado con esta acción por poner a prueba a la comunidad internacional, y ello explica el repudio generalizado a esta acción militar, considerada por las autoridades de Irán como una verdadera “declaración de guerra” y que pone en alerta máxima a todas las embajadas norteamericanas en Medio Oriente y a sus empresas, así como a los Estados aliados de Estados Unidos en varias partes del mundo.
Cabe señalar que el único Estado en saludar y en apoyar esta acción militar fue Israel, mediante declaraciones oficiales brindadas a la prensa por su Primer Ministro.
Resulta de interés señalar que en su comunicado oficial, el Departamento de Defensa de Estados Unidos consideró oportuno precisar desde el inicio del texto que la acción se hizo siguiendo órdenes del Presidente de Estados Unidos: se lee que
“At the direction of the President, the U.S. military has taken decisive defensive action to protect U.S. personnel abroad by killing Qasem Soleimani“.
Se trata de una precisión raramente incluida en comunicados oficiales del Departamento de Defensa, y que bien podría indicar que el Pentágono o no estaba de acuerdo en escoger esta opción militar, o bien que la entera responsabilidad de esta acción (y en particular sus consecuencias) recae en el Presidente (véase comunicado del Departamentto de Defensa disponible en este enlace[1]).
La relatora de Naciones Unidas sobre ejecuciones arbitrarias (véase cuenta[2] en twitter) hizo ver inmediatamente que la justificación oficial de la operación contra Ghassem Soleimani es poco sólida al señalar que: ”
“#Pentagon statement on targeted killing of #suleimani: 1. It mentions that it aimed at “deterring future Iranian attack plans”. This however is very vague. Future is not the same as imminent which is the time based test required under international law. (1)”
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Este texto fue escrito por Nicolas Boeglin, Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica / UCR