by Editore | 15 Giugno 2011 9:24
Otros consejeros asà como el làder de la oposicià³n, Joaquim Nadal (PSC), también han aterrizado en el parque. Tras reunirse en una comisaràa de los Mossos d’Esquadra cercana al Parlament, los àºltimos diputados ya han entrado en el edificio, informa Miquel Noguer. “Es intolerable”, ha dicho el presidente de la Generalitat ya dentro del Parlament frente a las cà¡maras de TV3. Mas ha denuncia “la violencia en la calle”, informa Ana Pantaleoni.
Los primeros diputados del Parlament de Cataluà±a han comenzado a entrar en el recinto entre abucheos por parte de los indignados concentrados a las puertas del recinto y un fuerte cordà³n policial. Entre los parlamentarios que ya està¡n dentro se encuentra el ex ministro Celestino Corbacho y el portavoz del PP, Enric Millo, entre otros. Ademà¡s un grupo de indignados han pintado con spray rojo al ecosocialista Joan Boada, exsecretario general del Departamento de Interior en la anterior legislatura. Otros polàticos también han sido increpados, y al secretario general de ICV, Joan Herrera, que iba acompaà±ado de Jordi Miralles, le han tirado una piel de plà¡tano. Han pintado una cruz negra en la gabardina de la exconsejera de Justicia Montserrat Tura, quien ha dicho que si el Movimiento quiere ganar prestigio “no se puede basar el en espray y marcar a las personas como si fueran dianas”. Ernest Maragall, exconsejero de Educacià³n, ha recibido un empujà³n.
Los primeros enfrentamientos entre manifestantes y los agentes se han producido a primera hora en la confluencia de las calles de Wellington y Pujadas, donde se acumulan decenas de personas frente a la barrera policial, que ha facilitado el paso de una caravana de coches de los Mossos en los que viajaban los trabajadores de la Cà¡mara autonà³mica. Los Mossos d’Esquadra tratan de abrir una lànea para que puedan entrar los coches oficiales.
Los grupos parlamentarios han pedido en bloque a los indignados que “respeten” el derecho de los diputados a realizar su trabajo en una jornada tan trascendental como la del debate presupuestario, si bien todos han coincidido en que las protestas de este colectivo son “legàtimas”.
Los indignados catalanes tenàan planeado acampar frente al Parlament después de abandonar oficialmente el pasado domingo la plaza de Cataluà±a de Barcelona como lugar central de la protesta. El Ayuntamiento de Barcelona ya habàa anunciado el lunes que cerraràa el parque para evitar la acampada y que lo hacàa a peticià³n del Departamento de Interior de la Generalitat. El cierre se ha hecho efectivo, impidiendo asà el acceso de la gente al parque, sin distinciones, e invitando a salir a los que estaban dentro, entre ellos algunos de los indignados que ya habàan llegado a la zona pertrechados con elementos para poder pasar la noche, como sacos de dormir y tiendas de campaà±a.
“Que ellos se hayan encerrado dentro y nosotros estemos fuera resultado ridàculo”, lamentaba una mujer, de 30 aà±os, que ha preferido no identificarse. Ella dormàa en el parque cuando se acercaron unos agentes de la Guardia Urbana y le pidieron que se marchase por motivos de seguridad. “¡Es un sitio pàºblico!”, aducàa. La imagen de un parque repleto de Mossos d’Esquadra y Guarda Urbana ha sido objeto de burla por los indignados. E incluso de reproche de otras épocas, cuando la Ciutadella era fortàn.
Al grito de ‘no pasarà¡n’, los 2.300 ‘indignados’, segàºn cà¡lculos de la Guardia Urbana de Barcelona, debatàan ayer en asamblea las acciones a desarrollar durante el pleno parlamentario. Pero lo prioritario para ellos es impedir el paso de los 135 diputados del Parlament.
Interior les ha recordado que incurriràan en un delito si no les dejasen entrar, pero los acampados consideran que no siempre todo lo justo es legal y aà±aden que su protesta es “no violenta, pacàfica y masiva”. El Departamento de Interior ha tratado de negociar con los indignados y convencerles de que abandonen la entrada al Parlament. Al menos dos personas acudieron a una reunià³n. Y dejaron debida cuenta de ello. Pasadas las 10 de la noche, colgaron en Internet el audio del encuentro con el subjefe de la regià³n policial de metropolitana de Barcelona, el intendente Antoni Verger.
En la grabacià³n, que dura poco mà¡s de seis minutos, se escucha al responsable del cuerpo policial intentar negociar con ellos. “Tenemos la obligacià³n de intentarlo, hablar con vosotros y mantener una interlocucià³n”, les dice, cuando los jà³venes aseguran que no representan a nadie. Les ofrece que acampen en el paseo Picasso o en el de Lluàs Companys, pero les recuerda que su obligacià³n es que la sesià³n del Parlament “se pueda llevar a cabo” y que el objetivo es hacerlo de forma “no contundente”. “Todo lo que se pueda hablar antes, durante la convocatoria y la concentracià³n, mucho mejor”, aà±ade.
“No podemos llegar a este acuerdo porque no somos nadie, hay un problema de representacià³n”, responde el miembro del movimiento, que avanza también que dormirà¡n fuera, aunque no les dirà¡n dà³nde. Fuentes policiales aseguran que el audio es real, pero que falta una parte final en la que los jà³venes piden el teléfono al intendente, este acepta, pero a cambio les solicita los suyos, algo que los jà³venes no aceptan.
El objetivo de Interior, con la bendicià³n del Ayuntamiento de Barcelona, se vio cumplido: a àºltima hora del martes, el parque estaba cerrado a cal y canto, con los agentes dentro y los acampados fuera. El 11 de abril, tampoco se permitià³ que unas cincuenta de simpatizantes y militantes de partido Solidaritat Catalana per la Independència durmiese en el parque (solo se quedaron los diputados). Pero el recinto se cerrà³ a su hora habitual, las 10 de la noche, no cinco horas antes. El miércoles el parque permanecerà¡ cerrado, segàºn Interior. Y el jueves, dependerà¡ de cà³mo se desarrolle la jornada del miércoles.
Impedir la entrada al Parlament de un diputado es un delito, segàºn el artàculo 494 del Cà³digo Penal, castigado con penas de entre seis meses y un aà±o de cà¡rcel o una multa a los promotores, informa Efe. Los indignados los saben. “Pero nunca se ha aplicado este artàculo”, ha esgrimido esta maà±ana una de las portavoces del movimiento. El presidente del grupo municipal del PP y concejal electo, Alberto Fernà¡ndez Dàaz, ha pedido en cualquier caso el desalojo “inmediato” de la plaza de Cataluà±a y que los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana impidan acampadas en otros barrios de la ciudad y no solo en el Parque de la Ciutadella.
Los indignados han pedido por carta a los diputados del Parlament que no acudan a la sesià³n plenaria para tramitar los presupuestos de la Generalitat y que “boicoteen los recortes”. En la misiva instan a los parlamentarios que a tàtulo individual, “si son conscientes de lo que supondrà¡n los recortes para la mayoràa de la poblacià³n”, no acudan al Parlament. “Si venàs y nos encontrà¡is a la puertas, dad la vuelta o uniros a nosotros”, proclaman.
Segàºn la ordenanza municipal de civismo, no se puede acampar, pese a que los indignados han permanecido en la plaza de Catalunya de Barcelona casi un mes. “No todo lo legal es justo ni todo lo justo es legal”, repiten los miembros del movimiento.
Por otra parte, el làder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernà¡ndez Dàaz, ha reclamado que desalojen a los “antisistema” que siguen acampados en la plaza de Catalunya. “Es el momento de recuperar la plaza de Catalunya para Barcelona y proceder al desalojo inmediato de los antisistema, e impedir que haya nuevas acampadas en otros sitios, como los barrios y el Parlament”, ha dicho. El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, ha garantizado que el “debate se desarrollarà¡ con total normalidad”. 
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