Internet barre a la televisià³n en la primavera italiana

by Editore | 14 Giugno 2011 16:27

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Las imà¡genes està¡n robadas de ‘Aterriza como puedas’, pero el vuelo viene de la isla de Antigua, donde Silvio Berlusconi tiene algunas casas. El pasaje està¡ formado por militantes del Pueblo de la Libertad que han preferido irse al mar a votar en el referéndum. La azafata toma el micrà³fono y anuncia en italiano: “Han abolido la energà­a nuclear”. Los pasajeros gritan. “También el agua pàºblica”. Pà¡nico en las filas. “Y el Legà­timo Impedimento”. Histeria colectiva.

Es solo uno de las decenas de và­deos satà­ricos que en las àºltimas horas festejan en Internet la derogacià³n de las cuatro leyes sometidas a consulta popular en Italia. La primavera ciudadana ha brotado y se expande cada dà­a mà¡s por la Red. Como en la orilla sur, pero de forma mà¡s pacà­fica y recurriendo mucho mà¡s a la ironà­a y a la sà¡tira que a la rabia, el infinito territorio sin censura que es la Red parece haber jugado un papel fundamental en el nuevo viento polà­tico que azota a Italia.

Varios analistas destacan hoy, tras el durà­simo varapalo sufrido por el Gobierno en el referéndum que movilizà³ a cerca de 27 millones de electores contra los deseos expresados por el jefe del Ejecutivo, que Internet està¡ cambiando el rostro polà­tico del paà­s. Las dos severas derrotas electorales sufridas por la derecha en un mes han limitado de golpe el omnà­modo poder de la televisià³n, la gran arma polà­tica y cultural con la que Silvio Berlusconi ha dominado a Italia desde hace veinte aà±os. El là­der de la Liga Umberto Bossi, que como el primer ministro parece cada vez mà¡s alejado de la realidad, ha dicho que “el problema es que Berlusconi ya no sabe comunicar en televisià³n”.

Pero parece evidente que el problema es que la derecha italiana no es consciente del creciente poder de Internet. Que las nuevas tecnologà­as no son el fuerte del là­der se vio claramente unos dà­as antes del voto, cuando dijo que alguien le habà­a prestado una “casete” para ver un programa que se habà­a perdido. ¿Posible que un primer ministro y magnate medià¡tico del siglo XXI ignore que el DVD fue inventado en 1995, justo el aà±o en que el àºltimo referéndum obtuvo el quà³rum en Italia? Parece improbable, pero lo cierto es que el referéndum ha supuesto una derrota inapelable no solo para su Gobierno, sino también para el medio en el que Berlusconi ha sido un mago.

En las semanas previas, casi todos los canales pàºblicos y privados han ignorado olà­mpicamente la cita con las urnas. El principal telediario del paà­s, el de RAI 1, ha dado apenas una docena de noticias sobre la consulta, ha llegado a dar mal las fechas de la consulta (las atrasà³ en un dà­a) y ha invitado a los espectadores, desde la informacià³n del tiempo, a hacer “una bonita excursià³n” los dà­as del referéndum. Por si no bastara, el domingo varios telediarios omitieron las imà¡genes del presidente de la Repàºblica votando, cosa insà³lita en una cita electoral. Pero esta vez la manipulacià³n y la censura han sido ineficaces. O contraproducentes. La movilizacià³n de la nueva ciudadanà­a italiana ha utilizado la Red para mofarse de la televisià³n y a la vez como motor, laboratorio y amplificador de una nueva forma de ser ciudadanos y de entrar en polà­tica.

La ironà­a de la “funebre izquierda italiana”

En los àºltimos meses, millones de italianos han visto y transmitido los fabulosos và­deos satà­ricos de La Sora Cesira, una romana que canta y monta en inglés macarrà³nico e italiano, en Youtube, desde aquel The Arcore’s Night que parodiaba las noches del bunga bunga con la màºsica de Grease, al àºltimo ‘Vote’, que pedà­a el voto en el referéndum con una cancià³n de Madonna.

Otros éxitos son las piezas trucadas del cantante Giampaolo Perlage Sforza, apodado el “cazador de caimanes”, o el blog antipolà­tico de Beppe Grillo, donde el periodista Marco Travaglio cuelga semanalmente un và­deo de media hora diseccionando la actualidad. Otros navegan por las pà¡ginas de los comités ciudadanos y ecologistas que convocaron el referéndum, o ven una y otra vez los gags de los cà³micos Corrado Guzzanti y Elio satirizando los excesos de Berlusconi. Segàºn escribe Filippo Ceccarelli en La Repubblica, la histà³ricamente fàºnebre izquierda italiana ha reencontrado la ironà­a, y eso ha desactivado una de las grandes armas de Berlusconi. “Una carcajada derrota al rey de los chistes” titula Ceccarelli, recordando que el là­der del Partido Demà³crata, Pierluigi Bersani, abrià³ ayer su conferencia de prensa diciendo: “Perdonadme, pero esta vez no consigo no reà­rme aunque lo intente todo”.

Bersani ha entendido mejor que otros dirigentes que la ola satà­rica renta, y se ha prestado a una hilarante sesià³n de autosarcasmo y dialecto romaà±olo con el cà³mico Maurizio Crozza, que desde el canal La7 ha pasado a convertirse en un gran éxito en Youtube. Si un largo ciclo polà­tico parece acabado y fuera de sitio en el mundo real, la Red empezà³ a darlo por superado hace ya dos aà±os, cuando el movimiento del Pueblo Violeta abrià³ una pà¡gina en Facebook que sumà³ miles de adhesiones virtuales y convocà³ dos manifestaciones reales a las que asistieron mà¡s de un millà³n de personas.

La movilizacià³n de las mujeres indignadas también nacià³ en Internet. Y los candidatos de la izquierda que han ganado en Nà¡poles y Milà¡n, Luigi de Magistris y Giuliano Pisapia, surgieron desde abajo con la ayuda y el esfuerzo de miles de jà³venes internautas. El mundo cambia. Los partidos e Italia, mà¡s lentamente. Pero también.

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